De interés turístico desde 2003
En los años precedentes a la Guerra Civil, en Motril existían pocas Cofradías y se realizaban unas serie de actos, englobados en la llamada Judea, donde se conmemoraba, no solo la Pasión de Cristo, sino también diversos pasajes bíblicos. De entre las Hermandades y Cofradías existentes se tienen noticias de la de Jesús Nazareno, Cristo de la Vera Cruz, Sepulcro, etc.
Acabada la guerra, al final de la década de los años 40, del pasado siglo, surgen en Motril, dos cofradías, que se unen a la existente, desde antes de aquella, concretamente del año 1.931, en que fue fundada y que es la del Santo Sepulcro y Ntra. Sra. de los Dolores. Las cofradías que se fundan entonces son la de Nuestro P. Jesús Nazareno y Mª Stma. de la Esperanza y la del Cristo Yacente y Ntra. Sra. de la Soledad respectivamente en los años 1947 y 1948.
Posteriormente en los años 50 y 60 surgen dos nuevas Cofradías, las del Cristo de la Expiración y Ntra. Sra. del Mar, que desapareció después de estar realizando estación de penitencia pocos años y la del Cristo de la Salud, llamada de Estudiantes, por haber sido fundada por los alumnos del Colegio de San Agustín, a los que se les unieron todos los estudiantes, por aquel entonces, de la Ciudad. Esta ultima también, si bien, no desaparece, si deja en suspenso su desfile procesional, surgiendo años después, en la década de los años 80, e impulsada por el llamado movimiento costalero, de gran importancia, en nuestra Semana Santa.
Por ello, podemos decir, que son tres Cofradías las que desde la década de los 40 y año tras año, realizan sus muy precarios desfiles procesionales, hasta que a partir del año 1.981 en que se funda la Cofradía de la Buena Muerte, llamada del Silencio, comienza el resurgir de la Semana Santa de Motril. Ayuda a ello, la incorporación de la mujer a tareas cofradieras y el anteriormente expuesto movimiento costalero de la juventud motrileña. A partir de entonces comienzan a fundarse Hermandades y Cofradías, algunas de ellas, en barrios distintos de la Ciudad y que les dan un carácter especial, que cubren todos los días de la Semana de Pasión y así en numero de hasta trece.
Con la refundición de la Agrupación de Cofradías, que engloba en su totalidad a todas y cada una de ellas, a partir del año 1.986, la Semana Santa de Motril va alcanzando un auge muy a tener en cuenta en cuanto a cantidad y calidad. No hay que olvidar que en el año 2.003, el Parlamento de Andalucía, aprobó por unanimidad de todos sus grupos políticos, que nuestra Semana Santa, fuese declarada de Interés Turístico.
La imaginería de nuestros Cristos en sus diversos pasajes de Misterio, así como la de las respectivas advocaciones de Maria, llenan nuestros templos y nuestras calles, con sus desfiles procesionales. La escuela granadina de imagineros como Sánchez Mesa, Martíñez Olalla, Barbero, González Ligero, López Montero etc. y la sevillana de Dube, Antonio Illanes etc. dejan patentes con su gubia imágenes bellísimas. Proliferan Casas de Hermandad de diferentes concepciones arquitectónicas. La orfebrería y los bordados realizados en talleres, granadinos, sevillanos, cordobeses, motrileños y en conventos de toda Andalucía, enriquecen el acervo patrimonial y artístico de un ya muy considerable valor.
Si unimos al fervor religioso, de veneración y fe, el que en esas fechas coincidentes con la naciente primavera, nuestra luminosidad, clima, hospitalidad y diversos ofrecimientos de variedades características, hacen, que la Ciudad, acoja a una ingente cantidad de personas que año tras año, nos visitan.
